19 mayo 2007

“ XXIV Soneto para Romina ”

Permite que saciándome beba
la bermeja sangre de tu boca
aunque haciéndolo el pecado
se vuelva espina amarga
y herida profunda
Deja que muriéndome pruebe
el fruto ineludible de tus labios
aunque no le quede aliento
a esta brisa que es sin vos la vida
Dame esa roja prohibida
en este último acto que condena
todos y cada uno de los días
y arrojame con tus besos nocturnos
al infierno que no tiene salida

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