06 mayo 2007

“ XVII Soneto para Romina ”

Nada cambia esta distancia
tus sonidos y los míos enredados
hasta que la rutina corta
para volver al tenso vacío ciego

Es ponerse a enumerar lo vivido
y dejar que fluya tu descontento
para absorber con los poros
las cicatrices que te cruzan

Pero no es más que eso
salpicarme en el desierto
con la sed de tus palabras

Nada cambia esta cercanía
que como un pacto inexistente
cumpliremos hasta el olvido

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