Nadie es como te recuerdo
en este ilusorio devenir de imágenes
en los pasillos de horarios calcados
en los rincones que supuestamente
deberían llenarse de tibiezas
nadie es como te escucho
en este silencio de grises ruidos
en los pétreos frisos de la rutina
en la urbana ruina sin motivos
nadie es como te necesito
solo hay risas ensayadas enyesadas
solo existen dulzuras atadas
a la química del sinsabor
todo es esperar que se oculte
el imperturbable ciclo
nadie es como la ilusión
que se desprende de tu resplandor
que me abruma cuando aparecés
nadie es como reencontrarte
y así soltarle la mano y promesas
a la angustia perturbada
y así perder el miedo al vacío
de las estaciones secas
nadie sabe arrancarme como vos
las torturas de mi calma
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