Extrañándote

Extrañarte es tan fácil
es jugar a las escondidas
y no salir a buscarte
aunque sepa en qué rincón
te ocultás del universo
Extrañarte es tan sencillo
es pedirle al cielo nocturno
que no se diluya la fluida
imagen que de vos guardo
para beberte y no dormir
Extrañarte no requiere esfuerzo
es inhalar la vida rutinaria
soportando el peso grisurbano
porque llegará el pronto alivio
de tenerte frente a frente
Extrañarte es natural
es consumir la madrugada
llamándote con el pensamiento
cediendo a los impulsos
( y a los pulsos telefónicos también )
Extrañarte no ofrece dificultad
y equivale a construir puentes
con los desvelos de la vigilia y el entresueño
hasta que te vea del otro lado
y sonría con tu sonrisa de nuevo